Muy buenos días, en esta ocasión he querido abordar la problemática por la que atraviesan miles de jovenes y profesionales de distintas carreras quienes tienen una mala formación teórica y práctica.
Hace tiempo que pensaba hablar del tema en el blog, porque hace tiempo que la idea me corroe por la mente. Las universidades están horriblemente organizadas desde el punto de vista docente. Es un hecho que la tasa de abandono en la etapa universitaria es muy alta, la mayoría de los estudiantes que empiezan una carrera no la van a terminar y lo más probable sea que abandonen en el primer o segundo curso, aunque probablemente si no lo hacen más adelante es porque no quieren sentir que los esfuerzos previos han sido inútiles.
Lo que me da rabia es que se achaque esa tasa de abandono a que es gente
que no está lo suficientemente preparada o que no tiene nivel de
compromiso. No negaré que hay casos semejantes, pero yo ahora estoy
dando clases de laboratorio para los chavales de primeros cursos en
clases de ciencias y puedo decir que en general noto a la gente con
muchísimas ganas de aprender, y con un interés decreciente a medida que
avanza el curso. No es que haya falta de interés, es que la universidad
logra que la gente lo pierda.
La docencia universitaria no funciona, está mal planteada. Y no
tiene nada que ver con planes Bolonia, planes antiguos o lo que sea,
porque eso no es lo que afecta realmente. Lo que afecta es la gran falta
de organización y la falta de interés de los profesores respecto al
plan de estudios. Recuerdo por ejemplo que cuando hice el último curso
de métodos matemáticos para físicos, no habíamos dado algo tan básico
como los tensores (una especie de generalización de los vectores) y
cuando le pregunté al profesor si sabía cuándo se daban me dijo que no
tenía ni idea. ¿Cómo podía no saberlo? Es más, ¿cómo es posible que no
se diera el formalismo tensorial de un modo serio cuando es tan
importante? Así que he aquí el primer gran problema: Falta de organización y cohesión entre las asignaturas.
El segundo gran problema es que el profesor universitario normalmente es una persona bastante espabilada y con amplios conocimientos, es decir: El profesor no recuerda lo que es no saber de temas que él considera básicos.
No sé en otras carreras, pero en física me harté de oír las palabras
”trivial” o ”esto lo demostráis en un segundo”, logrando sólo la
frustración infinita del estudiante medio que quiere aprender de un tema
pero las herramientas que le dan no son suficientes para ello. Como
corolario a este segundo gran problema, tenemos el hecho de que el
profesor erróneamente asume que los alumnos se saben al dedillo aquello
que han aprendido los alumnos en las otras asignaturas. Sobre este
tema habrá opiniones encontradas, pero las universidades no deberían
enseñar sólo mirando a los mejores, sino para que el promedio de
estudiantes que hayan aprobado, hayan aprendido.
El tercer gran problema es un muy bajo de interés por parte de los docentes.
Un caso personal, es por ejemplo que en la asignatura que he estado
dando como profesor asistente, mis alumnos no realizaban el análisis de
errores hasta mediados de curso. Cuando le pregunté al profesor titular
por qué no hacían esa clase antes y así los informes quedaban más
completos. Sin análisis de errores, un informe de laboratorio es una
forma muy adornada de enseñar el resultado obtenido al profesor, para
que os hagáis a la idea de la importancia de aprender a hacerlo lo antes
posible. ¿Su respuesta? El profesor de antes lo hacía así y no se le
había ocurrido cambiarlo. Así de simple, así de estúpido. Yo creo que
parte del problema sale de la falta de una verdadera vocación como enseñantes,
quizá sea una cuestión de dinero o por obligación institucional, o
porque no ven que los alumnos tengan interés en aprender, no lo tengo
claro.
El cuarto gran problema es la falta de calidad de enseñanza. Profesores del mundo, permitidme un mensaje de parte de todos los estudiantes del mundo: Las diapositivas de power point aunque
pueden ser una buena herramienta en general no sirven para que el
alumno aprenda más, sólo para que el profesor sienta que ya ha hecho el
trabajo, pero es que tampoco sirve de nada copiar los apuntes de la
asignatura del cuaderno a la pizarra como método docente. Enseñar es algo más, es conseguir que el alumno se interese de un tema a priori aburrido.
En el máster tuve un profesor que daba una de las asignaturas más
importantes para el área de la física de partículas, teoría cuántica de
campos. Sus clases a menudo empezaban diciendo: ”Bien, vamos a coger
esta fórmula del otro día y vamos a ver qué sacamos de ella
desarrollándola”, lo cual desde la perspectiva de un físico teórico
puede tener muchísima lógica, imagino que históricamente muchos teóricos
sacarían así sus conclusiones, pero desde la perspectiva del alumno es
no sólo aburrido sino desmotivador. Una asignatura debería ser enseñada
siempre siguiendo un esquema de objetivos y consecuencias en cada uno de
los temas y subtemas, el profesor debería tenerlo totalmente claro y
transmitírselo al alumno. Ya no hablo de programación de los cursos, ni
nada más complejo, hablo simplemente del aspecto más básico de la
docencia: saber qué vas a enseñar y por qué, y transmitírselo al estudiante.
El quinto gran problema es que los profesores universitarios en general no aprenden nada sobre pedagogía,
enseñan por intuición como el que da clases de piano porque ha ido al
conservatorio, pero saber mucho no implica saber enseñarlo. ¿Cómo
esperamos tener buenos profesores si no les pedimos que acrediten nada
al respecto? Hacen cursillos y demás, pero a menudo la experiencia se
vuelve incluso negativa y sólo sirve para que malos docentes se escuden
en métodos pedagógicos aprendidos cuando reciben quejas. De nada
sirven métodos de enseñanza complejos cuando hay tanta falta de
organización tanto por los docentes como por el jefe de estudios.
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